De Santboi a Nueva Delhi

Anna Paloma Robledillo comenzó a jugar hace 3 años en la Unió Esportiva Santboiana, pero es deportista de nacimiento (gimnasia artística).

En Mayo de 2013 fue seleccionada para participar en el Programa de Becas Faro, unas becas de la Universidad de Valladolid patrocinadas por el Ministerio de Educación que promueve la movilidad de estudiantes para hacer prácticas en el exterior.

Es estudiante de Periodismo y trabaja como becaria en el Instituto Cervantes de Nueva Delhi.

Al saber de su beca, lo primero que hizo fue buscar un club de Rugby en la  la capital India. Encontró a Delhi Hurricanes Rugby Club y desde que llegó se siente como una más.

¿Cómo es la vida en Nueva Delhi en relación al rugby?

Bueno, no es una cultura muy expandida, pero me sorprende la pasión con la que muchos/as la viven. Por ejemplo, hay chicas que viven a 4 horas del campo donde entrenamos. Tenemos entrenos los sábados y domingos de 7 a 9 de la mañana, hacer cuentas y sabréis a qué hora se levantan para llegar al entreno. Los chicos juegan casi cada fin de semana, para las chicas es más complicado ya que no hay muchos equipo y los que hay, están lejos y la mayoría no se pueden costear ni siquiera el viaje en tren, que puede que no llegue ni a los 10 euros.

Aun así, los chicos de nuestro club apoyan el rugby en todos sus aspectos y están intentando hacer un bote para que las chicas puedan ir a jugar algún torneo fuera, ya que como me comentaron hace poco: “las chicas solo juegan una vez al año y vienen a todos los entrenos… se merecen alguna recompensa”.

¿Con qué te encontraste?

Pues no me encontré con lo que me esperaba. Los chicos me dejan entrenar con ellos e incluso jugar sin ningún tipo de problema. Con el resto de las chicas (indias, me refiero), a veces los chicos se mezclan para hacer tocatas. Es un país en el que la mujer no tiene mucho valor, pero dentro del campo, en el rugby, se nos trata igual. Aquí son bastante conservadores con la manera de vestir, yo me esperaba tener que entrenar en pantalón largo y para nada, no hay diferencia con un entreno en Europa.

Quizá lo que más echo en falta es el ambiente club. Aquí a las chicas no las dejan ir al bar a ver un partido. Yo, por suerte, voy con los chicos sin problema y me siento súper acogida, pero me gustaría poder ir con ellas también y alargar un tercer tiempo. Pero los padres de la mayoría son bastante conservadores y ya es un logro que las dejen jugar, hablar de un beer bar ya son palabras mayores.

Me sorprendió mucho las ganas que le ponen, hacemos tocatas pero juegan al 100%. Es fascinante ver como se tiran en plancha para tocar a alguien cuando ven que no llegan. Eso es algo que me chocó mucho. Además, el respeto que le tienen al entrenador, le llaman Señor, como al árbitro y no cuestionan absolutamente nada de lo que dice.

¿Cómo es un entrenamiento?

Pues primero calentamos con pases, y algunos ejercicios como los que se suele hacer en cualquier sitio. Y el resto del entreno solemos jugar tocatas. De tanto en tanto hemos hecho algún entreno de placaje y técnica de placaje, pero la mayoría del tiempo lo que hacemos es jugar. Muchas veces, tocata todo el campo con 7 o 8 personas en cada equipo. A una temperatura de 40 grados con humedad… Os podéis imaginar. A veces alargamos el entreno hasta las 10 y es el infierno.

¿Cuáles son tus expectativas en relación a tu estancia en Nueva Delhi?

Respecto al rugby lo que estoy intentando con las chicas es expandir un poco la cultura de club. De que el rugby es algo más que un deporte, que necesitan hacer equipo fuerte fuera del campo también. Intento hacer quedadas para ver partidos y eso. De momento, he conseguido que venga una chica cuando vamos todos juntos, lo que ya es un logro según todos. De hecho, esta chica me confesó que jamás había visto un partido por la tele…

A parte de eso, creo que es un magnífico lugar para contagiarte de las ganas, lo difícil que es para ellas llegar al entreno y la situación con la familia. Nosotras nos quejamos muchas veces porque hay pocos partidos, ellas tienen un torneo al año y aun así, entrenan llueva, nieve o haga un calor insoportable. Todo un ejemplo.

Comments (1)

  1. Mari Sequedo

    Gracias Paloma por dejarnos ver la otra cara del rugby, la otra cara de la vida.!!! Quizá valoraremos un poquito más si cabe todo lo q tenemos y algun día consigamos que todo el mundo que quiera jugar a rugtby o hacer algun deporte pueda hacerlo tb. Gracias.

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