Chiharu Nakamura y el desafío de hacer crecer el rugby femenino en Japón

La estrella del sevens japonés Chiharu Nakamura es la nueva jugadora/gerente general de un nuevo club en Fukuoka y buscará crear nuevas oportunidades para las mujeres en su país, generando oportunidades para las que dejen de jugar rugby.

Cuando Chiharu Nakamura juega rugby se sabe que aportará liderazgo, determinación y un buen ejemplo para su Sakura Sevens.

Estas cualidades la han tenido compitiendo regularmente por el premio DHL Impact Player en el HSBC World Rugby Sevens Series; fuera que las Sakura Sevens fuera equipo fijo o invitación.

Nakamura tiene una enorme personalidad y liderazgo en un equipo joven, con varias adolescentes. Es capitana desde 2012 y ya tiene dos Rugby World Cup Sevens, en 2013 y 2018, y estuvo en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

A los 32 años, proveniente de la Prefectura Kanagawa se prepara para los Juegos de Tokio que se pospusieron hasta julio de 2021 debido a la pandemia del COVID-19.

Además, se convirtió en jugadora/gerente general del Nanairo Prism Fukuoka, un nuevo club femenino en Kurume, Fukuoka, formado en diciembre en cooperación con la Universidad de Kurume.

Así, el club y la universidad trabajan por preparar a las jugadoras para cuando se retiren, con acceso a cursos e instalaciones. A través de los auspiciantes, el club también ayuda con oportunidades laborales, permitiéndoles un ingreso y poder enfocarse en el rugby.

Nanairo significa siete colores, como en un arco iris, por lo que Nakamura cuenta que el club aspira a que sea un buen lugar para las jugadoras.

“Quiero que la organización del club sea lo más abierta posible para que las jugadoras se preparen para su segunda carrera,” le dijo Nakamura a World Rugby.

Nakamura ha visto múltiples deportistas, de todos los deportes, que al llegar a los Juegos Olímpicos o por no llegar a su gran objetivo, abandonan un deporte que han abrazado muchos años.

“Muchas atletas se retiran sin opciones para el día después. Quiero ofrecerla a las jugadoras de rugby más que la oportunidad de jugar, busco un ámbito para que piensen en su segunda carrera, asegurando su parte financiera.”

NUEVAS OPCIONES

Su experiencia dentro y fuera del campo de juego le permitió generar las opciones en el nuevo club. En su recorrido ha acompañado al equipo masculino a un par de torneos  del HSBC World Rugby Sevens Series además de visitar instalaciones en Estados Unidos como miembro del Comité de Atletas del Comité Olímpico Japonés.

Según la Japan Rugby Football Union (JRFU), hay 5.082 jugadoras y 72 equipos femeninos a marzo de 2020. En ambos géneros son 96.713 jugadores y 2.879 en todas las categorías.

Nakamura cree que la cantidad de mujeres puede crecer ofreciendo mejores opciones para el futuro, algo que promocionará el rugby femenino en Japón.

“Hay muchas formas de elevar el valor de la mujer en el rugby. Un camino puede ser ganar una medalla olímpica con las Sakura Sevens, pero se puede ir por el camino del club, como Nanairo Prism. No creo que sea malo tener opciones.”

Nakamura quiere hacer algo para el deporte del que se enamoró poco antes de su graduación universitaria en 2011.

“Amo el rugby y he crecido como persona gracias al deporte. Quiero hacer algo para su desarrollo,” dijo. “Quiero que mi vida haga que los niños quieran jugar rugby.”

COMIENZO DISTINTO

El comienzo del Nanairo Prism Fukuoka fue distinto a lo que Nakamura preveía.

Con jugadoras como Haruka Hirotsu, Chisato Yokoo y Miyu Shirako, todas candidatas al Sakura Sevens para los Juegos Olímpicos cuenta con con Yusaku Kuwazuru, jugador que participó en Río 2016, sorprendiendo con su cuarto puesto.

Nanairo Prism tiene un cianotipo para el desarrollo en el campo de juego, buscando clasificar al Taiyo Seimei Women’s Sevens Series auspiciado por Taiyo Life Insurance Company. Para hacerlo, deben terminar entre los primeros cuatro lugares un torneo regional.

Debido al COVID-19, el comienzo del club no se hizo de manera presencial, para evitar contagios. El gobierno local decretó el Estado de Emergencia en abril, y duró hasta el 25 de mayo. Durante ese tiempo, jugadoras y entrenadores realizaron prácticas online, intentando mantener el estado físico lo mejor posible.

La pandemia del COVID-19 puede haber atrasado algunos planes, pero no cambia el objetivo. Nakamura y su empresa trabajan duro para que las bases del club sean más sólidas, reclutando jugadoras y generando el ámbito propicio junto a la Universidad de Kurume.”

“Lo tomo de manera positiva,” dijo Nakamura. “Naturalmente pienso en crear cosas que alegren a la gente.”

CAMINO A LOS JUEGOS

Su enfoque positivo se aplica para los Juegos Olímpicos. En Río 2012, Sakura Sevens finalizó en décimo lugar, con un triunfo y cuatro derrotas.

Nakamura no quedó contenta con los resultado en Río y sabe que debe moficiar su enfoque de cara a los Juegos.

“Mi objetivo inicial era elevar el valor del rugby ganando una medalla en los Juegos,” recuerda.

Con la experiencia obtenida, Nakamura dice que no pondrá el foco solamente en los resultados para los Juegos el año próximo. Cambió su pensamiento a partir de Rugby World Cup 2019.

“Fue un ejemplo para mí,” dijo Nakamura. “La gente en Japón vio el valor del rugby. Quiero algo parecido en los Juegos.”

“Para ello, es clave poner el foco lo que queremos lograr y en lo que queremos darle al público. Sería perfecto conseguir una medalla, por supuesto. Me gustaría sentirme bien y contenta con el proceso al recordar el torneo.”

Y agregó: “Fue raro cuando anunciaron la postergación de los Juegos, pensando que al postponer mi retiro podré seguir jugando rugby bajo una positiva presión y seguir desarrollándome.”

Su actitud positiva le permite pasar el difícil momento para su club y el seleccionado.

“Veníamos trabajando mucho y este tiempo nos ayudó a preocuparnos por el mantenimiento del equipo,” dijo sobre las Sakura Sevens, y el recuperarse de la fatiga y mejorar su estado físico.

“Los Juegos tendrán enorme significado. Queremos que la gente tome nota del rugby sevens. Por eso, quiero estar en el torneo.”

 

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