El rugby peruano en buenas manos

Llegó al rugby directamente del fútbol y lo que Sisy Quiroz vio la enamoró del deporte de balón ovalado.

Ex arquera de los seleccionados nacionales peruanos de Fútbol y Futsal por casi una década, cambió el tipo de balón y ahora como CEO de la Federación Peruana de Rugby, está liderando un renovado crecimiento del rugby en uno de los países Sudamericanos más jóvenes en el rugby.

Ubicado entre el Océano Pacífico y la cadena montañosa de los Andes, el rugby en este país de 33 millones es muy pequeño. Como en toda la región, el fútbol acapara toda la atención.

“Hay casi un cuarto de millón de jugadoras de fútbol en Perú,” abre Quiroz, quien después de sus días como deportista y de haber completado un título, un posgrado y un Masters Degree, dejó el mundo corporativo para unirse al deporte.

A partir del éxito de su emprendimiento social, las Ligas Femeninas de Fútbol 7, generando espacios sin discriminación, ganó un status que hizo que fuera contactada por FIFA durante una visita a Perú.

Poco después, se unió a la Federación Peruana de Rugby donde, por cerca de un año se dedicó a gestionar el fútbol femenino.

“Hubo que romper ciertas barreras que debían ser rotas. Se necesitaba planificación y estrategia y llegué en un momento de cambio,” le cuenta Sisy a World Rugby. “Tuvimos que trabajar desde adentro para cambiar la mentalidad de que el fútbol no es solo para varones.”

Al llegar un nuevo presidente, Sisy dejó el fútbol sabiendo que quería ser conectada al mundo deportivo.

Puerta que se abre

Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Y ella ingresó.

“Mi tiempo con el fútbol fue de mucho trabajo y pudimos hacer cambios. Ahora estoy amando el tiempo en el rugby.”

Sabía del rugby a través de amigas y había disfrutado la camaradería cuando jugó en un amistoso que buscaba juntar a las chicas del fútbol con las de rugby.

Mientras analizaba sus opciones laborales, le sugirieron que aplicara para trabajar con el rugby peruano. Al poco tiempo fue elegida como CEO y desde entonces no para de trabajar.

“Encontré una federación con ganas de crecer a la que le faltaba mejorar estructuras y un plan estratégico integral con un enfoque a nivel nacional. Es una gran oportunidad para desarrollar el rugby y generar acciones positivas. Tenemos un importante potencial.”

Quiroz cree que el rugby es un deporte que puede ser fácilmente introducido, usando el tag. “Es súper divertido para los niños, con mínimo contacto. Así, puede aprender lo básico con el objetivo que cuando crezca, tome fuerza con eventos y torneos para colegios y el rugby juvenil.”

El rugby debió frenarse este año debido a la pandemia del COVID-19, que golpeó duro a Perú, sobre todo a Lima donde se concentra el mayor desarrollo del rugby del país.

Si bien son solo tres empleados en la Federación, el tiempo sin actividad les ha dado la oportunidad para comprender las necesidades para crecer.

“Estamos trabajando para segmentar nuestros clubes, equipos y jugadores, para saber qué ofrecerle a cada uno en cuanto a apoyo, servicios y desarrollo.”

“Nuestro enfoque durante la pandemia ha sido la capacitación y estamos lanzando el programa Conviértete en el Corazón del Juego.”

Un alto perfil también ayudará. “Necesitamos visibilidad, que la gente sepa del rugby es por ello que lanzamos nuestra nueva web. También necesitamos más niños jugando rugby.”

Habiendo tenido múltiples reuniones en su nueva gestión, está contenta con la forma en que es recibida por el rugby. “No había agendas personales o egos, solo gente tratando de hacer crecer y mejor el deporte que aman.”

Impacto

“Los valores del rugby fueron un impacto instantáneo para mí. En el rugby encontré compromiso, camaradería, caballerosidad deportiva en varones y mujeres. En el rugby se trabaja en equipo – la rivalidad queda para el campo de juego. Eso es muy importante y sirve como ejemplo para futuras generaciones.”

El rugby ha sido un deporte para la elite durante mucho tiempo, pero ahora está siendo desarrollado en distintos niveles de la sociedad, lentamente llegando a cada rincón del país.

“Tenemos que lograr que sea un deporte a nivel nacional, a través de una estructura de desarrollo, y un mapa claro con el que ya contamos.”

“El rugby tiene valores muy fuertes, que incluye a todos sin discriminación. Eso lo convierte en un deporte distinto.”

A pesar de su corto tiempo en el rugby, Quiroz fue elegida este año para recibir una de las becas de World Rugby de Liderazgo Ejecutivo Femenino. La pandemia del COVID-19 complicó sus planes ya que recién podrá viajar a visitar la Federación Española de Rugby cuando se abran las fronteras. Allí buscará entender como desarrollaron su plan estratégico y su desarrollo. Ya trabaja con su mentora, Patricia Ramírez.

“Dado que no he jugado rugby, ella es muy importante para darme una visión experta del juego. Su aporte es muy importante para mi desarrollo en el rugby.”

Al inicio de la pandemia, se realizaron sesiones regionales de entrenamiento que fueron todo un éxito, contando con la participación de todos los seleccionados femeninos de la región.

“Las mejores jugadoras de Sudamérica entrenaban juntas en un espacio sin precedentes en el que cada país se encargaba de dirigir un entrenamiento.”

“Al final de cada sesión teníamos un conversatorio con jugadoras referentes de cada país en donde compartían sus experiencias con las más jóvenes. Fue un espacio muy entretenido y con alta dosis de motivación, se convirtió en un espacio único para compartir y unir a Sudamérica en el momento más difícil de la pandemia.”

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